domingo, 10 de octubre de 2021

La singularidad en querer diferenciarse



        La arquitectura no es solamente una estructura, un espacio, o un conjunto de materiales acomodados de cierta manera, sino que, a su vez, toma un camino evolutivo. Al igual que todo en la vida, esta requiere de un proceso, de unos pasos que se deben ejecutar de una manera organizada. Previamente hemos establecido que la arquitectura conlleva un desarrollo conceptual que se adapta a las experiencias y sentimientos de aquellos que se encuentran entre sus medios. Es por ello que, en este proceso, se incluye el uso del estilo y de los ornamentos. Estas inclusiones ayudan al entendimiento de las estructuras de manera que las personas que se encuentren en ellas sean capaces de identificarlas y relacionarlas a sus experiencias personales.

        Los patrones nos ayudan a identificar grupos, a relacionar diferentes conceptos. El arquitecto Gaudí señala la importancia de que la gente pueda percibir una obra y que pueda entenderla. Eso lo hacía mediante un contraste con la referenciación que utilizaban los romanos cuando hablaban de los clásicos y la realidad en la que vivimos hoy en día. Explicaba que, en realidad, son pocas las personas que entienden referencias a tiempos tan antiguos. En otras palabras, establecía que las estructuras se hacen para la gente, y que su propósito debe ser que pueda ser entendido por la mayoría de las personas. Por consecuencia, la repetición de lo que vemos en los estilos que reconocemos es transmitida de una mejor manera hacia nuestros cerebros.

        El estilo transforma la visión que se tiene de una estructura, le permite ser reconocible. Por ejemplo, hay veces que sabemos quién diseño tal edificio o tal estructura por el estilo que es utilizado. Cada arquitecto tiene su estilo, su forma de diseñar y su forma de decorar. Podríamos decir que estos aspectos no se limitan solo a las estructuras, sino que también los podemos ver en nuestro día a día en las interfaces de aplicaciones, de redes sociales, de aparatos electrónicos, etc. Todo esto nos lleva a una unión que pretende ser diferente, a una singularidad que quiere ser expresada en distintas maneras. Es decir, el uso de diferentes decoraciones, de diferentes capas pretenden ser diferentes cuando la verdad es que son iguales. No existe un escape de la realidad de que todas estas “fachadas” tienen una cosa en común, esta siendo el anhelo de ser reconocidas por la gran mayoría de personas.

        La arquitectura comienza con el ornamento. La decoración es estructural, es decir, no puede haber una percepción de la arquitectura sin ella. Si no se puede percibir algo es casi como si no existiera. El ser humano siempre busca dejar una huella, busca ser reconocido por su trabajo. Como ejemplo tenemos todos los diferentes estilos que existen dentro de este campo tan magnífico que es el diseño arquitectónico. Sin importar cuántas sean las diferencias, el sentido que tiene la decoración es que tiene el mismo propósito donde sea que se encuentre.


Referencias:

(2021). Bbci.co.uk. https://news.files.bbci.co.uk/include/idt2/assets/7a274e05-dca4-4975-95d4-482eb7768fea

Isado, J. (2014a). 3121 enlaces. 3121–4213. Recuperado 2021, de https://www.isado.net/el-gesto-arquitectonico-refs

Isado, J. (2014b). 3121 referencias. 3121–4213. Recuperado 2021, de https://www.isado.net/enlaces

Isado, J. (2014c). 3121 sesiones. 3121–4213. Recuperado 2021, de https://www.isado.net/sesiones-1


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